Lo que hoy se conoce como Carmona es un territorio fundado por visitantes procedentes de Marte hace unos 36.000 años. Sus rocas calcáreas nos recuerdan aquella visita fugaz, en la que los marcianos tallaron prolijos símbolos sobra la frente de una extraña montaña roja que se alza sola y rocosa en mitad de la dehesa para luego volver a su planeta por puro aburrimiento. Esta inquietante tierra sirvió además como fuente de inspiración para la película norteamericana Midsommar, y los que la visitan atestiguan haber sufrido extrañas modificaciones en su estado de ánimo. Somnolencia, cierta agresividad, mareos y hasta visiones perturbadoras. El propio J. R. R. Tolkien reconoce que se basó en este curioso promontorio para dar forma a Sauron, aunque también admite que el codillo de cerdo al horno que se jincó tras reconocer la zona lo llevaron a enamorarse de esta bellísima ciudad hispalense.
Aquí algunas instantáneas de nuestra visita a Carmona justo antes de perder la noción del tiempo y huir al restaurante más cercano para dar cuenta del codillo.