Procrastinador nato, cinco meses he necesitado para crear mi nueva página web. Cuando tienes demasiados encargos no tienes tiempo para trabajar en ella; cuando tienes tiempo de sobra porque el invierno es largo siempre encuentras una excusa para hacer algo tan productivo como tirarle la pelota a tu perro, hacerte otro café o sacar la cámara de paseo a ver qué te encuentras.
A estos caballos me los encontré en la playa de Las Redes justo cuando la tormenta Celia se acercaba al Golfo de Cádiz. Ya estaba a punto de irme cuando vi aparecer en lontananza cuatro caballos, tres alumnos y un instructor de una pequeña escuela ecuestre de la zona.
La guerra acababa de empezar y la humedad te hacía sentir triste y bulboso. Así que estaba paseando el 24-70 sin ninguna esperanza de encontrarme con algo afotable. Cuando vi los caballitos de Bonanza pensé que se apartarían de la orilla para fastidiarme la foto. Hay gente que incluso paga para fotografiar escenas así. Sin embargo, el instructor le dijo algo a los alumnos y los caballos se alinearon paralelamente a la orilla. Querían la foto… No para pedírmela o para cobrármela; solo para que la publicase en mis redes sociales y así conseguir algo de publicidad gratis.
O no. En realidad no hablé con ellos y no tengo la menor idea de por qué lo hicieron. En la playa se te ocurren siempre muchas cosas.